Muchos recuerdan con especial cariño el lanzamiento de la segunda generación de Pokémon. Pokémon Oro y Plata, y posteriormente la Edición Cristal, llevaron a los jugadores a descubrir Johto, a sumergirse en un mundo en el que se hacía de día y de noche, en el que había nuevas criaturas y en el que, además, podían llevarse un golpe de nostalgia revisitando Kanto, la región donde empezó todo. Lo que muchos no recuerdan es que había un Pokémon que tuvo que renunciar a sus nombres por culpa de las limitaciones de Game Boy.
La evolución final de Totodile, a la que llega tras convertirse en Croconaw. Feraligatr siempre llamó la atención no solo por su diseño, un cocodrilo bípedo azul y de cresta roja, sino también por lo impronunciable de su nombre (aunque, oficialmente, se lee como “fe.ra.li.guéi.tor”). La ausencia de una vocal al final es flagrante, es notoria, y se debió principalmente a los límites de caracteres.
Durante la época de Game Boy, e incluso en Game Boy Advance y Nintendo DS, los nombres de los Pokémon estaban limitados a 10 caracteres (5 en Japón). De hecho, Feraligatr se llama así en lugar de Feraligator (combinación de “Feral”, que significa “Fiero”, y “Aligator”, que es “Caimán”) por la misma razón que Victrebeel nunca se llamó Victrebeell, porque sus nombres no cabían.
Un problema causado por la memoria y el trato de la información de las portátiles de Nintendo en la época. Otros títulos, de hecho, solían tener números cuyo valor máximo era “255”, ya que era el máximo valor que se podía representar usando los 8 bits (“11111111”) con los que trabajaban tanto Game Boy como Game Boy Color.
¿Sigue vigente el límite de letras para el nombre de los Pokémon?
Por suerte, las limitaciones de hardware han quedado muy atrás. De hecho, ya lo empezaron a hacer en la era de Game Boy Advance, cuando se abrazaron los 32 bits en una consola portátil. Aun así, Pokémon ha seguido haciendo las cosas a su ritmo y no ha sido hasta la sexta generación en Nintendo 3DS cuando hemos visto a un monstruo de bolsillo rompiendo los límites.
La evolución de Fletchling, forma anterior a Talonflame. Fletchinder, con 11 letras, es el primer nombre de Pokémon que ha roto la “maldición” de Game Boy, es el más largo hasta el momento. Lo conocimos gracias a Pokémon X e Y, ya que es natural de Kalos, y fue el que demostró que se acabó eso de recortar por falta de espacio.
Aun así, que se hayan roto los límites ya no significa que veamos cambios en aquellos afectados. Feraligatr sigue llamándose así desde hace casi 23 años, y Victreebel no va a cambiar a estas alturas el nombre con el que llegó a Game Boy hace casi 26 primaveras. Y a vosotros, ¿os gustaría que se llamaran Feraligator y Victreebell? ¿Creéis que veremos algún nombre más largo en la novena generación con Pokémon Escarlata y Púrpura?
La entrada Los Pokémon que perdieron sus nombres por culpa de Game Boy se publicó primero en Nintendúo.
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